13 de Mayo Aparición de Nuestra Señora de Fátima en Portugal
La Virgen de Fátima en la Audiencia General con el Papa
La Virgen de Fátima volvió a estar presente, una vez más, en la Plaza de San Pedro
(RV). Imitando a la Madre de Dios seamos instrumento de la misericordia y ternura de Dios. Cumpliendo un deseo del Papa Francisco, en el día en que se recuerda la primera aparición en Cova de Iría a los tres pastorcitos, una imagen - bendecida en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima - acompañó la cita semanal del Obispo de Roma con los peregrinos llegados de tantas partes del mundo. La iniciativa quiso ser un obsequio al Santo Padre, de parte de los chicos discapacitados asistidos por los voluntarios de UNITALSI, la Unión nacional italiana para el traslado de enfermos a Lourdes y a los santuarios internacionales.
En este mes mariano de mayo unámonos en la oración a la Virgen María encomendándole en especial a nuestras familias, fue la entrañable exhortación del Papa Bergoglio, que antes de dar comienzo a la Audiencia General, se detuvo en oración ante la imagen. El Papa destacó la fecha del 13 de mayo:
«En este día de la Virgen de Fátima, los invito a multiplicar los gestos cotidianos de veneración e imitación de la Madre de Dios. Encomiéndenle todo lo que son y todo lo que tienen. Y así lograrán ser un instrumento de la misericordia y de la ternura de Dios para sus familiares, para todos los que los rodean y todos los amigos».
El Papa recordó a la Madre de Dios y madre nuestra también en sus palabras dedicadas a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados:
«Hoy es la memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen de Fátima. Queridos jóvenes, aprendan a cultivar la devoción a la Madre de Dios, con el rezo cotidiano del Rosario. Queridos enfermos, sientan a María presente en la hora de la cruz, y ustedes, queridos recién casados, récenle para que nunca falte en su hogar el amor y el respeto recíproco».
Hoy celebramos a la Virgen de Fátima
REDACCIÓN CENTRAL, 13 May. 15 / 12:10 am (ACI).- Cada 13 de mayo se celebra en todo el mundo la Fiesta de la Virgen de Fátima, en memoria de su primera aparición en las colinas de Cova de Iría (Portugal) en 1917.
“No tengáis miedo. No os hago daño”, dijo la Virgen María en aquella ocasión a los tres pastorcitos, Lucía, Jacinta y Francisco, quienes contemplaban a una señora vestida de blanco, más brillante que el sol.
Después de decirles, entre otras cosas, que era del cielo y de pedirles que volvieran a ese lugar seis meses seguidos el día 13 a la misma hora, la Madre de Dios les preguntó:
“¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quisiera enviaros como reparación de los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?"
Los pequeños le respondieron que sí querían. A lo que la Virgen les advirtió que tendrían que sufrir mucho, pero que la gracia de Dios los fortalecería.
La Señora abrió sus manos y les comunicó una luz que los invadió. Cayeron de rodillas y repitieron humildemente: “Santísima Trinidad, yo te adoro. Dios mío, Dios mío, yo te amo en el Santísimo Sacramento”.
La Virgen de Fátima finalmente les dijo: “Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”. Luego se elevó.
Los siguientes meses los niños acudieron las veces que la Virgen los llamaba, pero tuvieron que pasar por burlas, calumnias, amenazas y la cárcel por la incomprensión de la gente. Poco después Francisco y Jacinta fallecieron con dolorosas enfermedades.
Con el tiempo la Iglesia reconoció las apariciones milagrosas y la devoción a la Virgen de Fátima se expandió por todo el mundo.
San Juan Pablo II consagró Rusia al Inmaculado Corazón de María, tal como había sido el pedido de la Madre de Dios y beatificó a los videntes Jacinto y Francisca en el 2000 con la presencia de Sor Lucía, quien falleció en el 2005.
Oraciones que la Virgen de Fátima enseñó a los niños
Sor Lucía cuenta en la “cuarta memoria” que la Virgen, en la aparición del 13 de julio de 1917, les recomendó:
“Sacrificaos por los pecadores, y decid muchas veces, en especial cuando hagáis algún sacrificio: Oh Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”.
Luego María insistió:
“Cuando recéis el rosario decid, al final de cada misterio: Oh Jesús mío, perdonadnos, libradnos del fuego del infierno, llevad al Cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas de vuestra misericordia”.
Más información en el especial de la Virgen de Fátima
Fuente:http://es.radiovaticana.va/news/2015/05/13/la_virgen_de_f%C3%A1tima_en_la_audiencia_general_con_el_papa/1143688
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