Adviento:
Hoy más que nunca, un tiempo para la esperanza
«Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobren ánimo y levanten la cabeza, porque
se acerca su liberación»
Lucas 21,28
Muy queridos sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos de la Diócesis de Pasto:
¡Qué difícil ha sido este año tan marcado por el miedo y la incertidumbre! Del
confinamiento hoy parecería que hemos pasado al cansancio y el deseo de volver a la
vida antes de la pandemia. Parecería que la desesperación va tomando el control.
Sin embargo, para los que creemos, siempre es posible un mundo mejor. Empezamos
un nuevo año litúrgico con el maravilloso tiempo del Adviento y con él, durante estas
4 semanas previas a la Navidad, tenemos la oportunidad para cultivar la virtud de la
esperanza que nos mueve a “fijar la mirada en Jesús, autor y consumador de nuestra
fe” (Hebreos 12,2) y contemplando su gran amor por nosotros, hacernos conscientes
de que en medio de tantas ausencias y adversidades, Él siempre está presente.
Ponemos a disposición este instrumento que les ayudará a vivir este Adviento
cobrando fuerzas para no desfallecer; como ha dicho el Papa Francisco: «El Señor nos
interpela […] a reencontrar la vida que nos espera, a mirar a aquellos que nos
reclaman, a potenciar, reconocer e incentivar la gracia que nos habita. No apaguemos
la llama humeante (cf. Isaías 42,3), que nunca enferma, y dejemos que reavive la
esperanza» (Homilía del 27 de marzo de 2020).
Este es un tiempo para echar fuera el temor y activar la capacidad de perseverar y
esperar, para estar y hacernos presentes. Hagámoslo con creatividad y
responsabilidad, sin dejar de cuidarnos y cuidar a los demás, especialmente a los más
vulnerables.
Este es el tiempo para alimentar la esperanza amando, sirviendo. Jesús es presencia
viva entre nosotros, seamos también nosotros, sus discípulos misioneros, presencia
cercana y amorosa para quienes en este momento sufren, lloran y necesitan una
palabra de aliento.
Al ir encendiendo semana a semana cada una de las 4 luces de la corona de Adviento,
la creciente presencia luminosa de Nuestro Señor fortalezca nuestra esperanza y
visión positiva hacia el futuro, para ponernos “en salida” y dar esperanza a nuestros
hermanos y hermanas.
Que el Señor les bendiga y la Santísima Virgen María, Madre del Adviento les
acompañe.
Les envío mi bendición y mi abrazo de pastor y hermano.
+ Juan Carlos Cárdenas Toro
Obispo de Pasto
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