miércoles, 18 de febrero de 2015

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Cuaresma

¿Qué es la cuaresma?

La Cuaresma es el tiempo litúrgico fuerte en el que los cristianos nos preparamos a celebrar el misterio pascual de nuestra salvación por la Resurrección de Cristo. Conoce la importancia de este “Tiempo fuerte”, su orígen y desarrollo en la historia, así como los aspectos que hay que cuidar durante estos cuarenta días.

CUARESMA CAMINO HACIA LA PASCUA

La Constitución Sacrosantum Concilium sobre la Sagrada Liturgia (4-XII-1963, nn. 109-110), considera a la Cuaresma como el tiempo litúrgico fuerte en el que los cristianos nos preparamos a celebrar, “teniendo en cuenta el doble carácter de este tiempo”, el misterio pascual, mediante la conversión interior, el recuerdo o la celebración del Bautismo, la participación en el sacramento de la Reconciliación, participando en las acciones “penitenciales, individuales y colectivas”.

Para lograr estos objetivos, se invita a la escucha y a la meditación de la Palabra de Dios, la oración, personal y comunitaria, “encareciéndose la oración por los pecadores”, y la puesta en práctica de los medios ascéticos tradicionales, como son, la abstinencia y el ayuno, —“el sagrado ayuno pascual”—, y la limosna.

I.- Síntesis histórica de la celebración de la Cuaresma.

Se suele afirmar que tiene una historia y una prehistoria.

1.- La prehistoria

Desde finales del siglo II, la preparación pascual era de dos días, de ayuno riguroso de carácter escatológico. En la Didascalia, se dice que dura una semana, y este ayuno tiene además, un sentido ascético.

En Roma, a finales del siglo III, la preparación era de tres semanas, en las que se ayunaba diariamente, excepto sábados y domingos.

2.- La historia

El nacimiento de la Cuaresma, tiene lugar en el siglo IV, según el testimonio de Eusebio (ca. 332), consolidándose tanto en Oriente como en Occidente.

Hacia el año 385 la preparación pascual, se alargó a seis semanas, también con ayuno diario, con las excepciones indicadas, excluyéndose el viernes y el sábados últimos, pertenecientes al Triduo Sacro. El ayuno cuaresmal, empezaba el primer domingo de cuaresma. A finales del siglo V los ayunos ya establecidos del miércoles y viernes anteriores a ese domingo ganaron en importancia y se convirtieron en preparación para el ayuno pascual.

3.- La evolución cuantitativa en el cómputo de ayuno

Durante los siglos VI-VII, varió el cómputo del ayuno, pasando del primer domingo de cuaresma, al Jueves Santo incluido, es decir una Quadragesima, es decir, —cuarenta días—, a una Quinquagésima, o sean cincuenta días, contados desde el domingo anterior al primero de Cuaresma, hasta el de Pascua; a una Sexagésima, que retroceden un domingo más y terminan el miércoles de la octava de pascua, y finalmente a una Septuagésima, que serían sesenta días, ganando un domingo más y concluyendo el segundo domingo de pascua. Este nuevo período tenía carácter ascético y debió introducirse por influencias del Oriente.

Esta evolución cuantitativa se extendió también a las celebraciones. En efecto la Cuaresma más antigua en Roma sólo tenía dos días litúrgicos, los miércoles y los viernes, y se hacía una statio en una iglesia diferente. Posteriormente en tiempos de San León Papa (440-461), se añadieron los lunes. Posteriormente, los martes y los sábados. Durante el pontificado de Gregorio II (715-731), se agregará el jueves y se completa la semana.


II.- Sentido tradicional de la Cuaresma Romana

La Cuaresma Romana tradicional estaba marcada por tres hechos, que estudiaremos brevemente:

1.- La Preparación de la comunidad cristiana a la Pascua;

2.- El Catecumenado;

3.- La penitencia canónica.

1.- La preparación de la comunidad cristiana a la Pascua

Según San León, la Cuaresma es “un retiro colectivo de cuarenta días, durante los cuales la Iglesia, proponiendo a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro al desierto, se prepara para la celebración de las solemnidades pascuales con la purificación del corazón y una práctica perfecta de la vida cristiana” (Esta definición es deducida del análisis del sermón 42).

Se trataba, por tanto, de un tiempo, introducido por la imitación de Cristo y de Moisés, en el que la comunidad cristiana se esforzaba en realizar una profunda renovación interior. El Catecismo de la Iglesia Católica retoma esta idea y la expresa de la siguiente manera: “La Iglesia se une todos los años, durante los cuarenta días de la Gran Cuaresma, al Misterio de Jesús en el desierto” (n. 540).

2. El catecumenado

Según atestigua la Tradición Apostólica, el catecumenado, a principios del siglo III, duraba tres años.

Empezaba por el grupo de los audientes, quienes recibían una profunda formación doctrinal y se iniciaban en la práctica de la doctrina cristiana. Unos días antes, el grupo de los elegidos o electi, para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana en la Vigilia Pascual, entre los que tenían especial importancia y solemnidad los del sábado por la mañana. Es el catecumenado simple.

Posteriormente, el catecumenado se centró sobre los electi y no en los audientes, que iniciaban su preparación inmediata con el rito de la inscripción del nombre al principio de la Cuaresma, y se prolongaban a lo largo de la misma. Se celebraban tres escrutinios en los domingos III, IV y V, y el Sábado Santo por la mañana, tenía lugar el último exorcismo, en el cual, además de rociar con saliva los oídos y las narices de los catecúmenos, se les ungía el pecho con óleo; ellos, por su parte, renunciaban a los poderes del mal y recitaban el símbolo de la fe.

a) A principios del siglo VI desapareció el catecumenado simple, se volvieron muy escasos los bautismos de adultos, y los niños que se presentaban para bautizar, procedían de familias ya cristianas. Esta nueva situación exige una reorganización prebautismal: al principio había tres escrutinios y en el siglo VI, son siete.

b) La preparación de los catecúmenos y su organización modela en un primer momento el espíritu y la liturgia de la Cuaresma. El ayuno de la comunidad cristiana va sobre todo a los catecúmenos, sin olvidar a los penitentes.

c) Una evolución posterior, trajo como consecuencia que los escrutinios se desligasen de la liturgia cuaresmal, provocando una nueva reorganización.

d) El mayor cambio fue cuando la Cuaresma misma pasó a ser el tiempo en que todos los cristianos se dedicaban a una revisión profunda de su vida, y a prepararse, mediante una auténtica conversión, a celebrar el misterio de la Pascua. Quedó clausurada la perspectiva abierta por la institución penitencial y del catecumenado, con menoscabo de la teología bautismal.

3.- La penitencia canónica


La reconciliación de los penitentes sometidos a la penitencia canónica, se asoció al Jueves Santo. Por ese motivo, los penitentes se inscribían como tales el primer domingo de Cuaresma, recorriendo el período cuaresmal, con severas penitencias corporales y oraciones muy intensas, para ultimar el proceso de su conversión. La imposición de la ceniza es, por ejemplo, uno de esos testimonio de la liturgia cuaresmal.
http://encuentra.com/el_calendario_liturgico/que_es_la_cuaresma_13999/

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